Fernando Alonso (McLaren) apuntó que tratarán de "seguir un poco en la línea de China" en el Gran Premio de Baréin, advirtiendo que no se verán "milagros" y que van a intentar, aunque se antoje "difícil", de conseguir los primeros puntos de la temporada.
"Vamos a seguir un poco en la línea de China e intentar aprender cositas del coche y ver donde están los puntos débiles. La última vez que corrimos con tanto calor retiramos a los dos coches y con problemas de temperatura y de turbo, así que será un buen test para acabar los dos", afirmó Alonso este jueves ante los medios españoles en el circuito de Sakhir.
Alonso indicó que tanto él como su compañero Jenson Button están "implicados al máximo" en la evolución del coche. "Estamos día y noche aportando todo lo que podemos, no tanto en la parte del motor, porque sólo podemos decir que nos falta potencial, pero en cuanto a manejabilidad o prestaciones no tenemos ninguna queja", comentó.
"Queda trabajo con el coche y cuando el motor esté al cien por cien el coche debe estar al cien por cien, pero ahora no lo está ninguna de las dos cosas", agregó el bicampeón del mundo, que reiteró que deben "ir paso a paso incrementando la potencia y las prestaciones". "Debe ser un progreso lógico. El cien por cien de ahora es el 90 por ciento del coche de Barcelona", sentenció.
HAMILTON: "NO HAY NINGÚN PROBLEMA CON NICO"
El piloto británico Lewis Hamilton (Mercedes) aseguró en la rueda de prensa oficial previa al Gran Premio de Baréin que no hay "ningún problema" entre él y su compañero alemán Nico Rosberg, que criticó su forma de conducir en la carrera anterior, el pasado domingo en China.
"Es algo que hablamos después de la carrera y no veo motivos para volver a ello. Obviamente, mis comentarios tras la carrera han sido malinterpretados. Ya pasamos página y nos hemos vuelto a unir como equipo para hacer un buen trabajo este fin de semana. No hay ningún problema entre Nico (Rosberg) y yo. Nos vimos esta mañana y todo está bien", aseguró el bicampeón del mundo.
El piloto británico zanjó así la polémica producida el pasado domingo tras la carrera de Shangái, en la que Rosberg terminó criticando que hubiera impuesto un ritmo bajo en carrera para conservar su motor que perjudicó al alemán, atacado por el piloto alemán de Ferrari Sebastian Vettel.
El actual líder del Mundial y vigente campeón del mundo de Fórmula Uno afirmó que tanto él como su compañero intentar obtener "los mejores resultados para el equipo sin importar quién sea primero o segundo".