Alegría, euforia y entusiasmo en la fiesta de los "merengues" en Lisboa

  • Celebran eufóricos en el Rossío

Los aficionados del Real Madrid celebran con alegría y mucha euforia en las calles del centro de Lisboa la décima Copa de Europa que consigue el club blanco en sus más de cien años de historia tras derrotar al Atlético de Madrid por 4-1 en la final de esta noche en el estadio lisboeta de la Luz.

"El gol de Ramos ha sido espectacular, eso sólo se vive una vez en la vida", gritaba ilusionado Pedro, un aficionado blanco que vio el tanto del defensa del Real Madrid en la céntrica plaza del Rossío, donde los hinchas merengues abarrotaron la "fan zone" del equipo blanco.

AFÓNICOS DE GRITAR

El conjunto de Carlo Ancelotti batieron a los hombres de Diego Pablo Simeone en la final de la Liga de Campeones con tres goles en la prórroga, y uno de Sergio Ramos en el tiempo de descuento, con los que desataron la euforia entre los miles de aficionados blancos que se desplazaron a la capital lusa.

El defensa andaluz del Real Madrid mandó el balón al fondo de las redes defendidas por el guardameta del Atlético Thibaut Courtois cuando restaban menos de dos minutos para que los rojiblancos se proclamaran campeones de Europa por primera vez en su historia en tierra de Cristiano Ronaldo.

"Estoy afónico, no puedo gritar más", afirmó henchido de orgullo Pablo, de 23 años, un aficionado blanco para quien la victoria del Real Madrid estuvo "bien merecida" porque, en su opinión, el gol con el que se adelantó el Atlético no había sido "muy claro".

"Hemos tenido suerte y ya está, pero es la suerte del campeón", le interrumpía Juan Ramón, otro seguidor blanco para quien esta temporada del club dirigido por Florentino Pérez es "para aplaudir".

Su rival, el club del Manzanares, acarició 'la Orejona' durante casi todo el partido tras un gol del defensa uruguayo Diego Godín en la primera parte, lo que hizo soñar a muchos "colchoneros" con el triunfo.

"No pasa nada porque en el Atlético las derrotas nos duran sólo 24 horas", apuntaba Mario, un rojiblanco "de corazón" que se había desplazado hasta Lisboa para apoyar a su equipo a pesar de no tener entrada.

Las autoridades estiman que cerca 120.000 hinchas del Madrid y el Atlético llegaron a la capital lusa para animar a sus respectivos equipos y ver la final en el estadio de La Luz los más afortunados y en las pantallas gigantes que el ayuntamiento instaló en las 'fan zone' en las que se congregaron los otros que llegaron a la ciudad sin entrada.