Antonio Adán, aseguró en su presentación como nuevo portero del Atlético de Madrid, en el estadio Wanda Metropolitano que ha elegido venir "a uno de los mejores clubes del mundo" en lugar de haber tomado "otro camino más fácil y seguir jugando con facilidad en otro club".
"Me apetecía un gran reto. Creo que podía haber elegido otro camino más fácil y seguir jugando con facilidad en otro club, pero he elegido venir a uno de los mejores clubes del mundo donde quiero ganar. Y vengo a un equipo campeón, un equipo gigante, con unos objetivos grandísimos", dijo Adán.
"QUERÍA FORMAR PARTE DE UN CLUB COMO ESTE"
El nuevo guardameta rojiblanco, que posó con la camiseta con el dorsal número 1 junto al presidente Enrique Cerezo y el director deportivo, el italiano Andrea Berta, aseguró que después de haber "demostrado durante cinco años" que puede ser "un gran portero de Primera División", ahora quiere ganar títulos.
"Quería formar parte de un club como este, y ganar, estaba ansioso por ganar títulos y eso que me he propuesto lo tengo que hace en este club", afirmó Adán. "En cuanto se pusieron en contacto conmigo no dudé ni un segundo. Cuando un club como el Atlético te llama la decisión es fácil", añadió.
Adán valoró la confianza que sintió "desde el primer momento" en que el Atlético se puso en contacto con él, y dijo que es "un placer y un orgullo" formar parte de un "gran club" con un "gran proyecto que lleva años en un crecimiento inmenso". El guardameta aseguró que cada vez que ha visitado al Atlético se sintió "impresionado por cómo se vive el fútbol aquí dentro" y quería "formar parte de esa gran familia".
Preguntado por su pasado en el Real Madrid, donde se formó como portero y con el que debutó en Primera División en la temporada 2010-11, aseguró que a los aficionados del Atlético les ofrece "mucho trabajo, mucho sacrificio y compromiso para mejorar cada día".
"Eso pondré al servicio del Atlético de Madrid, y una ilusión tremenda porque este club siga creciendo y se puedan conseguir los objetivos, que son enormes, y que ojalá se consigan al final de la temporada", añadió.
EL RETO DE OBLAK
Reconoció que el reto que se le presenta es "complicado", ya que el esloveno Jan Oblak, actual portero titular rojiblanco, es "un gran portero", pero eso es lo que conlleva llegar al Atlético, un "gran club" con "los mejores futbolistas", entre ellos "tres campeones del mundo", dijo en referencia a los franceses Lucas Hernández, Antoine Griezmann y Thomas Lemar.
"No soy el niño que se fue hace tiempo, sino un portero más maduro, más hecho y con ganas de pelear y disputar el máximo de partidos posibles. Sé la dificultad del reto, pero estoy aquí porque lo he elegido y quiero disputar este reto", se reafirmó.
Adán dijo que, inmerso ya en las primeras semanas de trabajo de pretemporada con el Atlético, está "muy contento" de estar en un vestuario que le llamaba "mucho la atención desde fuera", que lleva "muchos años ganando" con "una forma de jugar muy exigente". "El método del Cholo (Simeone) desde fuera todos sabíamos que era exigente, trabajador y eso veo en el día a día. Estoy encantado de la forma de trabajar", explicó.
CEREZO: "OBLAK Y ADÁN VAN A FORMAR UNA EXTRAORDINARIA PAREJA"
El nuevo guardameta rojiblanco fue presentado por el presidente Enrique Cerezo, que destacó su experiencia y calidad, así como reseñó que se incorpora a una estirpe de grandes porteros del Atlético. "Nuestro equipo ha tenido formidables porteros a lo largo de su historia, nombres de guardametas que marcaron época de los que guardamos un gran recuerdo y gran cariño", destacó el mandatario rojiblanco.
"En este curso contaremos con Jan Oblak y Antonio Adán que van a formar una extraordinaria pareja en una temporada tan exigente como intensa, que arrancará el 15 de agosto con la disputa de la Supercopa de Europa", continuó Cerezo.
Adán llega al Atlético con 31 años y 185 partidos en la élite, desde su debut en el Real Madrid, con 18 choques entre 2010 y 2013, hasta sus últimas temporadas en el Betis, con 165 duelos desde febrero de 2014, además de una aventura en el Cagliari italiano, donde solo jugó dos encuentros.
