EL VIERNES, A LAS 21:45H
Este viernes, a las 21:45h, el reportero de ‘Mi cámara y yo’, Luis Vegas, coge su cámara para conocer los negocios de verano más sorprendentes e ingeniosos, como ‘hamacódromos’ públicos para estar a la fresca, cines en el que disfrutar de estrenos al aire libre o un auténtico desierto a las afueras de la capital.
El pistoletazo de salida lo han dado en el parque Finca Liana de Móstoles con una iniciativa tan divertida como veraniega. Se trata del primer ‘hamacódromo’ del país. Una idea puesta en marcha por algunos vecinos que incluso han tejido las hamacas, y que si funciona, podría ser una mina de oro.
Mientras, muy cerca del paseo de la Castellana, en la frontera entre los distritos de Chamartín y Fuencarral, encontramos el primer autocine de Madrid. Con una pantalla de 250 m2 y una ambientación que nos traslada a la América de los años 60, podremos disfrutar de una oferta de ocio diferente y de las mejores películas de estreno.
Cerca de este enclave descubrimos también un auténtico desierto: una impresionante parcela de más de una hectárea en la que una farmcéutica apasionada de estas plantas creó un paraíso donde poder comprar alguna de las 400 variedades que tiene, e incluso, degustarlos en el restaurante que hay dentro del recinto. El lugar es tan espectacular que existen hasta visitas guiadas los fines de semana por este gran desierto, totalmente gratis.
Aunque sin duda, la apuesta segura para el verano es vender helados. Más aún si se fabrican artesanalmente siguiendo una técnica tailandesa que es todo un espectáculo. También de Tailandia ha llegado a Madrid el ‘tuk tuk’, un vehículo turístico muy habitual en Asia y que está empezando a ser muy demandado en Europa. Por 85 euros la hora, seis personas pueden recorrer nuestra capital sintiendo la brisa del verano y conociendo algunos de nuestros rincones más especiales.
‘Mi cámara y yo’
Luis Vegas, Irene Falcón, Paloma López, Paz Llamas y Pablo Dorado, los reporteros de ‘Mi cámara y yo’, programa producido por El Torreón del Sol, recorren cada semana la Comunidad de Madrid con una minicámara, interfiriendo lo menos posible en el relato, para ofrecer la parte más desconocida y más cercana de la realidad, tratando siempre de ver las cosas desde otro ángulo, entrando con la cámara en la vida cotidiana de los espectadores.