La belleza en medio del desastre. Científicos del prestigioso MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) han elaborado, gracias a sistemas de inteligencia artificial, una melodía a partir de la estructura proteica delcoronavirus, mientras que el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID) ha coloreado artificialmente imágenes microscópicas de células invadidas por partículas víricas.
El SARS Cov-2 presenta unas proteínas "espiga" que se "enganchan" a proteínas de células humanas como si fuesen una llave que entra en una cerradura. A esos picos (que son los que hacen que la superficie del virus parezca una corona, de ahí su nombre), formados por aminoácidos, científicos del MIT les han aplicado notas de la escala musical usando una técnica llamada sonificación, según publicó hace unos días la revista Science. Después, un algoritmo convirtió los datos en una pieza completa a la que aplicaron el sonido del koto, un instrumento de cuerda tradicional japonés. El resultado es mucho más relajante de lo que se podría esperar.
Aunque pudiera parecerlo, el objetivo del estudio no era (sólo) estético. La melodía puede ayudar a los científicos a encontrar partes débiles de las proteínas del virus, de modo que se pudieran atacar con anticuerpos o medicamentos. Según los propios investigadores, esto es más rápido y más intuitivo que los métodos convencionales.
Por su parte, el Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos (NIAID, por sus siglas en inglés), ha publicado imágenes tomadas con microscopios electrónicos de células de pacientes infectados. En ellas, coloreadas posteriormente, se observa cómo partículas del virus colonizan células, que optan por la apoptosis, es decir, un "suicidio" programado para luchar contra el atacante.
El NIAID, que ya está trabajando en el desarrollo de vacunas contra la enfermedad, lleva semanas publicando imágenes espectaculares que muestran la forma y el desarrollo del patógeno, que ya se ha cobrado la vida de más de 80.000 personas en todo el mundo.