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Mario Sandoval, cerró un día antes de que se declarara el estado de alarma. El 13 de marzo decidieron empezar a llamar para anular todas las reservas. "Lo hice por nuestros trabajadores y por los clientes" explica el recocido chef, quien reconoce que la respuesta del público "fue maravillosa".

De repente se encontró con sus restaurantes cerrados y decidió prestarse para ayudar haciendo lo que mejor sabe, cocinar. Escribió al Ayuntamiento de Madrid y a los pocos días él y su plantilla estaban trabajando cocinando en el colegio Ramón María del Valle Inclán de San Blás, para dar de comer a 300 personas.

Una manera de ayudar durante todo este confinamiento que ha sido realmente duro para muchas familias.