El Gobierno no prevé reabrir fronteras hasta julio y busca criterios coordinados con Europa

  • España quiere que la reapertura se rija por criterios epidemiológicos comunes y no discriminatorios
  • Las islas que aspiren a recibir turistas internacionales tendrán que solicitarlo a Sanidad
Un grupo de pasajeros en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas
Un grupo de pasajeros en el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas |EFE

El Gobierno contempla que la apertura de las fronteras internacionales no será recomendable antes de principios de julio, es decir, una vez terminada la 'desescalada' y cuando ya sean posibles los movimientos entre provincias.

A la espera de que la Comisión Europea presente, la próxima semana, sus recomendaciones sobre las fronteras internas del área Schengen, el Gobierno español quiere que la reapertura se rija por criterios epidemiológicos comunes y no discriminatorios.

España pide además que, para principios de julio, Europa haya acordado una serie de protocolos comunes para la actividad turística: normas sobre fronteras, seguridad, higiene o aforo en aeropuertos, medios de transporte o instalaciones, así como de disponibilidad de centros de salud.

Su previsión es que el calendario español no será muy distinto al de Francia o Italia, que son, además, los otros dos grandes destinos turísticos europeos.

EL CASO DE LAS ISLAS

El plan no contempla la posibilidad de que algunos territorios puedan recibir viajeros internacionales antes que otros, como se ha planteado en Baleares y Canarias, puesto que la previsión es que toda España entre a la vez en la llamada "nueva normalidad".

Sin embargo, las comunidades en cuestión podrán plantearlo en sus conversaciones con el Ministerio de Sanidad, teniendo en cuenta, eso sí, el riesgo que importar nuevos contagios.

No obstante, lo que está en juego con motivo de la pandemia de Covid-19 no es solo el turismo, sino en general toda la movilidad internacional y sus condiciones de seguridad.

El Gobierno decretó el cierre de fronteras el pasado 16 de marzo, en común acuerdo con la Unión Europea, para contener la expansión del virus.