El presidente del PP, Pablo Casado, ofreció este sábado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la plena lealtad de los populares en la aplicación del estado de alarma frente al coronavirus, apoyo que dijo será mayor que la de los “socios de investidura” del jefe del Ejecutivo.
Casado se pronunció así en una rueda de prensa virtual tras la que ofreció Sánchez para dar cuenta del detalle de las medidas que engloban la aplicación del estado de alarma en toda España con motivo de la pandemia del coronavirus.
El líder popular dejó claro que su partido ofrece al Gobierno toda su lealtad en estas circunstancias extraordinarias, apoyo que será superior, auguró, a la de sus “socios de investidura”.
A pesar de ello, afeó a Sánchez que haya celebrado tres Consejos de Ministros en cuatro días para hacer frente a la crisis provocada por el covid-19. También apuntó que “no se puede exigir unidad a la oposición cuando el Gobierno está dividido”, en referencia a las supuestas divergencias entre los ministros del PSOE y de Unidas Podemos sobre el alcance del plan de choque económico.
A su vez, afirmó que no se puede exigir “responsabilidad social” a la ciudadanía, cuando el vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, ha roto la cuarentena en que se encontraba con motivo de la enfermedad por coronavirus que padece su pareja y ministra de Igualdad, Irene Montero.
Consecuencias del "retraso"
El líder del PP manifestó que el “retraso” en la toma de decisiones del Gobierno “ha tenido consecuencias evidentes en el territorio nacional”, lo que le sirvió para acusar a Sánchez de haber incurrido en “negligencia dolosa” por haber permitido la celebración de las movilizaciones por el 8-M.
Casado también solicitó la comparecencia en el Congreso de los Diputados del jefe del Ejecutivo para que dé cuenta de las medidas que ha tomado o va a tomar, puesto que hay “miles de vidas” en juego.
Por su parte, mostró su gratitud al personal sanitario por representar la “mejor versión del pueblo español”, un agradecimiento que hizo extensivo a los “miles de españoles que están al pie del cañón en sus puestos de trabajo” estos días: militares, policías, guardias civiles, farmacéuticos, taxistas, hosteleros, restauradores.
Del mismo modo, trasladó su solidaridad a los “pacientes que luchan por su recuperación”, a las familias de las víctimas mortales del virus y a los trabajadores autónomos que han perdido su puesto de trabajo. “El Estado debe volcarse con ellos”, aseveró.
"No bajar la guardia"
Casado llamó a “no bajar la guardia”, ya que “las próximas semanas nos van a poner a prueba”, lo que le sirvió para comentar que “el mundo nos mira con gran preocupación y se pregunta cómo no hemos actuado antes y cómo actuarían ellos”.
Por su parte, aventuró que la crisis sanitaria será reemplazada por una crisis económica “de envergadura desconocida”, por lo que conminó a Sánchez a tener “sensatez en la gobernanza económica y a decir la verdad a los españoles”.
Por ello, le recordó que todavía no le ha respondido al paquete de diez medidas económicas que le ofreció hace unos días, al igual que no ha satisfecho las demandas de los agentes sociales, prefiriendo postergarlo todo al Consejo de Ministros del martes.
El líder de los populares invitó al jefe del Ejecutivo a emular a Italia y Alemania, países, dijo Casado, que han tomado medidas económicas y sociales “eficaces”, para evitar un “drama social” de consecuencias “catastróficas” en lo laboral.
Por otro lado, consideró “imprescindible” un aplazamiento de las elecciones en Galicia y en el País Vasco y acusó al presidente de la Generalitat, Quim Torra, y al lehendakari, Iñigo Urkullu, de “deslealtad” durante esta crisis sanitaria.
Casado remachó su intervención apelando a la “responsabilidad de todos” para “volver a dar una lección histórica” demostrando que España es el “mejor país del mundo”. “Gracias a todos por todo”, zanjó.