A David y África, dos quiromasajistas madrileños, les picó el gusanillo de dejar su piso en la capital e irse a vivir a un pueblo -Serracines, en el Corredor del Henares- en una casa más grande. Como los precios de las viviendas son cada vez más exagerados, decidieron dar ese paso con una casa prefabricada. Su nuevo hogar les costó tan sólo 75.000 euros y lo levantaron en tan sólo dos días.