Alberto Pirrongelli lleva toda su vida pintando. De sus manos salieron maravillosos carteles de cine que poblaron la Gran Vía en los setenta y los ochenta. Y el municipio de Navalcarnero le ha encargado sus curiosos "trampantojos", auténticas escenas de la vida cotidiana pintadas sobre paredes en medio de la calle. Su proyecto actual, los frescos de la iglesia de San Pedro.