Vivir en un piso de apenas 9 metros cuadrados no es imposible, pero para un matrimonio de Ciudad Lineal se ha convertido en una pesadilla porque nada funciona en él. No hay salida de humos en la cocina ni ventilación en el pequeño baño, la nevera no funciona y, para colmo, las cuatro paredes del micropiso están llenas de humedades, tanto en el techo como en las paredes y el suelo.