Faros, pilotos, laterales del vehículo... Los talleres españoles atienden una media de cinco millones de vehículos al año por impactos en la carrocería.
La incorporación de nuevos elementos tecnológicos, como las cámaras de seguridad, sensores de aviso de colisión, control de velocidad adaptativa o radares de aproximación en los vehículos ha ayudado a reducir los impactos delanteros hasta un 20% en la última década.