Para que el próximo 22 de diciembre pueda sonreírnos la suerte, los niños de San Ildefonso y los trabajadores de Loterías ya se han puesto manos a la obra.
Los pequeños ensayan cada tarde para aprender a cantar los números y los premios. Mientras, los guardianes de "El Gordo" revisan las bolas y las dejan a punto para el gran día.