Múnich recrea los meses posteriores a los Juegos Olímpicos de 1972. Unos juegos que estuvieron marcados por el asesinato de dos atletas judíos y secuestro de otros nueve, a manos de terroristas palestinos. A pesar de lo ocurrido, los Juegos se desarrollaron con normalidad, aunque varios atletas decidieron abandonar la Villa Olímpica y se suspendieron las actividades durante 24 horas. Steven Spielberg llevó en 2005 a la gran pantella esta historia Olímpica, marcada por la tragedia.