La familia de Antonio Meño, el joven que lleva 22 años en coma después de una operación de cirugía estética, ve ya el final a su largo calvario. Ha alcanzado un acuerdo con las aseguradoras para percibir un millón de euros de indemnización. Los padres de Antonio han asegurado a los periodistas entre lágrimas que se sienten humillados, pero que han aceptado el acuerdo porque ya no aguantaban más.