Primeros de septiembre. El curso a punto de comenzar y cada vez más padres y estudiantes se afanan en ahorrarse unos euros en libros de texto por medio del intercambio y la compraventa de segunda mano en tiendas o también en mercadillos al aire libre, que los libreros denuncian como competencia desleal. La cita es en la calle de los Libreros de Madrid, lugar tradicional de manuales escolares usados. Incluso no falta el "rastro" de los particulares que asoman tímidamente y abren maletas y mochilas para mostrar el género. No todos están contentos. Los libreros se quejan de la venta de manuales escolares de segunda mano les perjudica. "Si venden ellos, no vendo yo. Es venta ambulante y es ilegal", lamenta Roberto, que atiende en la librería Alcalá, dedicada a los textos universitarios.