Vídeo: Redacción | Foto:Telemadrid
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Cuando los servicios de emergencia llegan a la consulta del neurólogo Richard Boggs, por el aviso de la muerte de un paciente, sospechan de algo irregular, pero la falta de pruebas y la normalidad de la autopsia les aconsejan desistir. Sin embargo la compañía aseguradora debe pagar un millón de dólares por su muerte y abren una nueva investigación.