Puede ser el principio de una revolución solar y sin duda cambiar la imagen de las azoteas en una ciudad. Utilizan enormes esferas de cristal y el efecto lupa hace el resto. Los emprendedores, arquitectos de profesión, acaban de instalar los primeros prototipos en Barcelona.
Las esferas de mayor tamaño se pueden colocar en los tejados, pero también han ideado unas más pequeñas, de cristal, para que queden integradas en las fachadas de edificios e incluso en las ventanas. Son transparentes en un 95%. Prometen mejorar la eficiencia energética de las tradicionales placas fotovoltáicas.