Cuestión de protocolo

Ayer el presidente olvidó el estricto protocolo de la corte nipona. Fue un cordial apretón de manos, pero no se inclinó ante el emperador. Una etiqueta que sí cumplió José Luis Rodríguez Zapatero cuando visitó Japón en 2010 y que llevó al extremo el presidente Barack Obama cuando fue recibido por los emperadores. Tanto, que recibió numerosas críticas en su país. Y es que la suya sí que fue una reverencia de noventa grados.