Pudo haber sido una desgracia. Así, completamente aplastados, se han quedado cinco coches aparcados en la calle de Peñafiel -en pleno barrio de Carabanchel- después de que una cornisa se haya desplomado sobre ellos. Los vecinos siguen con el susto en el cuerpo nos han contado que el desplome de la cornisa -que se produjo en plena madrugada- sonó como una explosión. El edificio se había rehabilitado recientemente así que hoy allí todos se preguntan: ¿qué pudo pasar?