No es muy frecuente, pero a veces pasa. En este caso los bomberos han tenido que ir al hospital a quitarle a un niño un anillo de acero de un dedo. Con una sierra pequeña, y con agua para evitar que se quemara, lo han cortado en cinco minutos. Al niño, de 10 años, lo han entretenido colocándole el casco en la cabeza. El anillo, por cierto, se lo había regalado su madre.