Gareth Bale ha dado, por fin, el paso, que tanto quería Florentino Pérez.
Le ha dicho al presidente del Tottenham que se quiere marchar al club blanco y que respete el pacto al que llegaron la temporada pasada, según el cual si el equipo inglés no se metía, en Champions sería libre para irse a un equipo grande y escuchar ofertas.
El galés descarta la posibilidad de jugar en el Manchester United porque su único deseo es vestir la camiseta blanca en el Bernabéu.
Tiene 24 años y considera que su etapa en el Tottenham debe finalizar para afrontar retos mucho mayores.
El Real Madrid le ofrece un contrato largo por seis temporada y una cantidad cercana a los diez millones de euros, al año.
El Tottenmam está haciendo todo lo posible para retenerle, pero el jugador tiene muy claro que su futuro pasa únicamente por el Madrid.