Estudiantes de toda España participan un año más en las excavaciones arqueológicas de Cerro de los Batallones.
Al borde de lo que fue un inmenso lago de miles de kilómetros que cubría, no solo la Comunidad de Madrid, sino que llegaba incluso hasta Guadalajara se encuentra este interesante espacio arqeuológico que ha permitido recuperar piezas de enorme interés científico.
Los yacimientos paleontológicos del Cerro de los Batallones son un archivo excepcional para documentar la fauna del Mioceno superior. Pocos yacimientos han proporcionado tal cantidad de fósiles, tan completos y tan bien conservados. El Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) empezó a excavar en ellos hace ya 24 años y aún es mucho lo que queda por descubrir.
Visitar este lugar es retroceder nueve millones de años en el tiempo, es eliminar de golpe todo rastro humano: carreteras, viviendas, cultivos, etc., y es evocar a partir de una vértebra, de un fémur o de un cráneo, toda una comunidad viva que nos precedió: animales tan fascinantes como jirafas, rinocerontes, mastodontes, perros osos o tigres dientes de sable. Batallones nos enseña muchas cosas, pero sobre todo es una ventana abierta a la evolución y a la coexistencia de grandes carnívoros.