Dijo Benjamín Franklin que "no hay mejor predicador que la hormiga, que no dice nada"… No sabía el presidente norteamericano que 300 años después, una investigadora alemana la doctora Anna Dornhaus profesora asistente de la Universidad de Arizona vendría a darle la razón… sobre todo en que las hormigas no dicen nada… no quieren hablar… como los famosos a la prensa…
La Dra Dornhaus especialista en comportamiento animal se tomó la molestia de pintar con mucha paciencia a nada más y nada menos que 1200 hormigas anestesiándolas previamente… las marcó con diferentes colores y por supuesto grabó todos los movimientos, solo durante 300 horas… y ahora viene lo bueno…
Las hormigas no son tan trabajadoras como suponíamos… de hecho sólo curran unas pocas… que eso si son hiperactivas … y hacen el trabajo sucio… aproximadamente la mitad no dan palo al agua. Es decir, ya no se puede afirmar, como en la fabula que la hormiga le ganaba a la cigarra… depende de si era de la mitad activa o de la que se tumbaba a la bartola…