Nunca es tarde para enamorarse

Harvey Shine (Dustin Hoffman), un neoyorquino maduro que compone música publicitaria, está pasando por un mal momento tanto profesional como personal. De repente, surge una novedad en su vida: durante un viaje a Londres para asistir a la boda de su hija, conoce a Kate (Emma Thompson), una peculiar solterona cuya vida social es bastante anodina. Harvey se siente inmediatamente atraído por su inteligencia y su espontaneidad y pronto se establece entre ellos una relación que puede cambiar el curso de sus tristes y solitarias vidas.