La Belle Epoque santanderina

A mediados de siglo XIX, siguiendo las corrientes médicas de la época y como forma de recreo entre la alta burguesía, surgen las ciudades balneario en toda Europa; las playas de Santander, al igual que otras ciudades costeras como San Sebastián o Biarritz, se convierten en el lugar idóneo para la práctica de los saludables baños de ola tan de moda en la época.

Coincidiendo con esta tendencia de veraneos saludables, la ciudad de Santander regala a los reyes de España: Alfonso XIII y Vitoria Eugenia de Battenberg, el Palacio Real de la Magdalena, como residencia de verano.

Así, durante 17 años, la familia real disfrutó de sus vacaciones estivales en Santander, que se convertiría de esta manera, en el destino de verano de la aristocracia y alta burguesía de la época. Los baños de ola, las regatas, el tenis, o la hípica eran algunas de las actividades practicadas por estos distinguidos veraneantes.

La ciudad de Santander celebra cada año la Fiesta de Interés Turístico Regional, conocida como los 'baños de ola', que rememora aquellos años de la 'belle epoque' santanderina que, en esta ocasión, cuenta además con un testigo de excepción, el Gran Casino de Santander, que cumple cien años