De los casi 94.000 accidentes laborales que se registraron en Madrid el año pasado sólo 1.533 se declararon como enfermedades profesionales. Apenas un 1,6% del total.
La Unión General de Trabajadores denuncia que nuestra Comunidad es la que menos reconoce. 49 por cada 100.000 trabajadores. La mitad que Cataluña y once veces menos que Navarra, la que más enfermedades declara. Para la sanidad pública madrileña supone un sobrecoste de unos nueve mil millones de euros al tratarlas como enfermedades comunes.
La UGT lo atribuye a que no se notifican por falta de protocolo, de coordinación entre administraciones y de formación por parte de los médicos. Un sub-registro que perjudica la salud del trabajador y que sobrecarga a la sanidad pública. El perjudicado - dicen- es el trabajador: se reduce su salud y las prestaciones económicas al tratarse como enfermedad común lo que debería ser profesional.
UGT recalca ademas que las empresas no subsanan los riesgos en los puestos de trabajo, generándose un agujero negro en la prevención.
Pide que el V Plan Director de Prevención de Riesgos laborales les dedique una atención especial, que se investiguen, mayor y mejor coordinación y más formación de los médicos.
