El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, se reunió hoy con los presidentes de Turquía, Bolivia y Níger, además de los primeros ministros de Pakistán e Irak, en los actos paralelos a la Asamblea General de la ONU.
La reunión con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que no estaba en la agenda presidencial, sirvió para abordar juntos la situación en Ucrania, dado el papel de mediador que Turquía ha adquirido en esta crisis, un rol que fue alabado por España en lo que supone de búsqueda de una salida al conflicto, así como por su contribución a propiciar un corredor para la salida de los cereales bloqueados.
Con el presidente de Níger, Mohamed Bazoum, analizaron la posibilidad de estrechar las relaciones con España, especialmente en el ámbito de la cooperación (siendo Níger un gran receptor de la ayuda española), todo ello con el fin de aportar estabilidad a un país considerado como uno de los eslabones débiles del Sahel por la pobreza, la presencia del yihadismo y su condición de cruce migratorio.
La reunión con el boliviano Luis Arce sirvió para que España pida un mayor apoyo de Bolivia a la próxima cumbre entre la UE y la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC) que tendrá lugar en octubre próximo en Buenos Aires, según escribió Sánchez en su cuenta de Twitter.
En cuanto a su reunión con el primer ministro iraquí, Mustafa al Kadhimi, sirvió para explorar una mayor cooperación en material de seguridad, sin perder de vista el interés de Irak por ser el estado que crece a velocidad más rápida en la región, según explicaron fuentes diplomáticas.
Por último, en la entrevista con el primer ministro paquistaní se pasó revista a la situación del país tras las trágicas inundaciones sufridas recientemente y para que España agradeciese el papel paquistaní para ayudar a salir de Afganistán a las varias decenas de colaboradores de España que han logrado huir del régimen talibán
