Los viajeros de Metro y Cercanías accederán por separado en la estación de Chamartín

Viajar en transporte público no volverá a ser como antes ya que esta crisis por el coronavirus va a cambiar por completo la cultura del viaje. Lo ha dicho el consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, Ángel Garrido, quien ha vuelto a pedir al Gobierno que el uso de la mascarilla sea obligatorio en Metro y Cercanías. De hecho el 85 por ciento de los viajeros ya utilizan mascarillas de protección.

Reducir la capacidad

"El transporte público va a tener que incorporar medidas que permitan ofrecer una mayor seguridad sanitaria, lo que supondrá reducir su capacidad para garantizar la distancia interpersonal o la necesidad de viajar con mascarilla, al menos durante los primeros meses", ha apuntado el consejero.

En el caso de los autobuses, seguirá habiendo limitaciones de aforo, asientos bloqueados que no se podrán utilizar, restricciones al pago en efectivo o medidas como el acceso por la puerta trasera en los vehículos sin mampara para el conductor. "Viajar en transporte público no volverá a ser como antes, estamos ante un cambio en la cultura del viaje", ha apostillado Garrido.

Novedad para evitar contagios

La otra novedad para evitar contagios es que en la estación de Chamartín los viajeros de Metro no van a coincidir con los de Cercanías. Desde este jueves cambia la organización en el flujo de viajeros y los usuarios de tren que tengan que coger el metro van a tener que ir por un lado mientras que los de metro accederán a Cercanías por otro para que no coincidan.

Entre las 6 y las 9 de mañana se concentra el 30 por ciento de la demanda de Cercanías. Por eso, en su guía para la desescalada, el ministerio de Transportes apuesta, por una ocupación máxima del 50 por ciento en los transportes y flexibilidad de horarios en las empresas para la incorporación de los trabajadores, según ha dicho María José Rallo del Olmo, secretaria General de Transportes.

Mascarillas obligatorias

No obstante, en su propuesta, el gobierno regional plantea la dificultad de controlar el aforo en Metro y Cercanías y por eso reclama el uso obligatorio de mascarillas.

A ello responde el Ministerio que la mascarilla es recomendable, pero también dispensar gel hidroalcohólico o las mamparas de separación.

Monitorizar los móviles

Para diseñar la desescalada en Madrid, el gobierno regional va a monitorizar los datos de 2 millones de líneas móviles de forma anónima.

Garrido ha afirmado que es una herramienta que ayudará mucho a conocer cómo se trasladan los madrileños, en vehículos privados, en autobús o incluso a pie, para poder adoptar las mejores medidas de transporte de cara a la desescalada.

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