Las islas Celebes, en Indonesia, siguen sufriendo el azote del terremoto y posterior tsunami. Este martes se ha producido otro seísmo allí de magnitud 6. Los muertes ascienden a más de 1.200. Imágenes captadas desde el satélite de la zona afectada muestran la gran devastación.
En este caso, la desembocadura de un río, donde el puente que une las dos orillas ha colapsado por la fuerza del agua. El nivel del mar ha crecido tanto que se ha llevado por delante un muelle entero, dejándolo inutilizado.
Las construcciones más débiles situadas en primera línea han desaparecido, solo se mantienen en pie edificios más modernos y más robustos. El color del río cambia arrastando suciedad y lodo y sube su nivel.
En cuanto a los temblores, podemos ver cómo inmensas lenguas de tierra han arrasado con barrios enteros plagados de viviendas. A muchas de estas zonas los saturados equipos de emergencia no han podido llegar.
Rescatado con vida tras cuatro días sepultado
Con perros, y sin descanso, buscan cadáveres y también supervivientes, porque a veces el milagro se produce este hombre de 38 años ha sido rescatado tras 4 días bajo un edificio de oficinas.
La ayuda empieza a llegar a campos improvisados y a pueblos apartados. Tumultos alrededor de los elementos de primera necesidad. En otros sitios, como en Dongala, la gente entra en las tiendas para llevarse lo que queda.
Los saqueos son tan generalizados que las autoridades lo permiten y le piden a la población que coja sólo comida, aseguran que no pueden alimentarlos a todos. A muchos otros pueblos, ni siquiera han podido acceder.
En las gasolineras filas interminables. De forma rudimentaria inventan sistemas para medir y racionar el combustible.
Las imágenes de la tragedia son pueblos destruídos y vacíos, en los que a veces alguien busca recuerdos entre los restos de su casa. "Un plátano es lo único que nos ha quedado" dice un hombre en una isla repleta de barcos varados en las calles.
Las imágenes del horror son los camiones que llegan cargados de cuerpos para ser enterrados en fosas comunes. Los muertos ya superan los 1200 y es solo una cifra provisional.
