Hemos quedado con Nico del Hierro, miembro del grupo Saratoga, para que nos hable de la Plaza de Galicia, situada en el Retiro. En ella, hay una réplica exacta del cruceiro de la plaza del Obradoiro de Santiago. Los cruceiros se colocaban en zonas sospechosas de ritos paganos. Pero la cosa cambió en tiempos de Carlos V. En el Concilio de Trento se pusieron de acuerdo para decir que existía el purgatorio.
Los familiares de los difuntos podían rezar o dar limosnas para interceder por la salvación de sus almas. Una de las cosas que empezaron a hacer las familias de los muertos fue levantar cruceiros. Así tenías garantizada la salvación no solo de tus familiares, sino también la suya propia.
En este lugar del Retiro, hubo también un "Capricho romántico". Fernando VII construyó La casita del rico y del pobre, llena de autómatas. Unos artilugios mecánicos con forma humana. Como mola, ¿verdad? En los años 60 del siglo pasado se destruyó la casa sin ningún miramiento. Una pena.
