La intensa vida y muerte de Bécquer

Todos los paseantes por la calle Claudio Coello no se imaginan el vecino que les precedió en el número 23. La periodista y presentadora María Gracia nos explica quién fue el ilustre vecino.

Aquí vivió y aquí murió el poeta romántico más famoso de todos los tiempos: Gustavo Adolfo Bécquer. Su vida está rodeada de una profunda tristeza Cosas de los románticos…

Nació en Sevilla en una familia de artistas. Su padre era pintor. Comenzó a escribir para varias revistas y a vivir la bohemia de los autores de su época. En 1857 le diagnostican tuberculosis, enfermedad que le acompañará hasta su

muerte.

Bécquer se convirtió en una persona pesimista. Su decepción crecía cada día. Algo muy propio de los escritores románticos. Conoció a Julia Espín, de la que se enamoró perdidamente y se convirtió en su musa. Ella es la que le inspira y empieza a escribir las primeras “Rimas” como la famosa “Tu pupila azul”.

Un día de diciembre en 1870, en pleno invierno, el poeta se empeñó en viajar en la terraza descubierta de uno de los tranvías de caballos que recorrían Madrid en aquella época. En el trayecto de la Puerta del Sol hasta su casa el

frío se le agarró en los pulmones y le provocó una bronquitis severa. Bécquer falleció como consecuencia de esta bronquitis y no de la tuberculosis, como muchas veces se ha dicho. Ocho días después, murió. Sus últimas palabras

fueron: “Todo mortal”.

Su muerte está rodeada de romanticismo. Cuentan que falleció mientras sucedía un extraño eclipse de sol…

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