Ratoncito Pérez deja una moneda, un dulce o un pequeño regalo bajo la almohada a cambio de llevarse el dientecito recién desprendido. Es una preciosa tradición que se repite a lo largo del todo el mundo. En España la imagen de Ratoncito Pérez tal y como lo conocemos hoy se lo debemos al escritor Padre Coloma (autor también de obras como “Pequeñeces” y ·Jeromín”).
Esta es la historia…En 1894 un pequeño y lloroso Alfonso XIII andaba desconsolado por Palacio al perder uno de sus dientecitos. La madre del Rey, María Cristina de Habsburgo- Lorena, no sabía cómo alegrar a su pequeño pretendiente al trono. Por eso acudió al jesuita Padre Coloma. Este se puso a trabajar y poco después ya tenía un cuento listo para que lo leyera el pequeño Alfonsito.
Según esta versión, Ratoncito Pérez vivía en la Calle Arenal en la famosa confitería Prast, dentro de una cajita de galletas. Si paseáis por los alrededores de la Puerta del Sol visitad el bonito Museo de Ratoncito Pérez que hay en el número 8. ¡Y llevad a vuestros niños!
