Fue una apasionada de España, el flamenco y los toros.
Su romance más destacado fue con Luis Miguel Dominguín
Redacción
Conocida mundialmente como el “animal más bello del mundo”, Ava Gardner (1922-1990), fue una apasionada de España, su viveza, el flamenco y por supuesto, los toros. Nacida en Estados Unidos de una familia de origen humilde, fue descubierta por un cazatalentos de la Metro Goldwyn Meyer en 1940, y decidió trasladarse a Nueva York y comenzar su carrera en el mundo artístico.
Su amor por España
Fue en la década de 1950, cuando despega su carrera como actriz. En estos años, viaja a España. A Tossa del Mar, a rodar ‘Pandora y el holandés errante’. En esta cinta –dirigida por Albert Lewin-, la actriz conoce a Mario Cabré, un poeta y torero retirado. La actriz, que en aquel momento era pareja de Frank Sinatra inició lo que para ella fue un romance pasajero -él sí que se enamoró perdidamente de ella-, con el torero.
Cuando la relación se descubrió en prensa y llegó a oídos de Frank Sinatra, viajó a España, le regaló una joya valorada en diez mil dólares y se la llevó de vuelta a Estados Unidos maldiciendo a 'ese maldito país de toreros'. Un año después Frank se casa con la actriz, formando uno de los matrimonios más tormentosos de Hollywood.
No obstante, Ava volverá a Madrid unos meses después y se instalará definitivamente a vivir en España hasta 1968.
Su vida en Madrid
Después de su regreso de Los Ángeles, Ava mantuvo una breve relación con otro torero, el venezolano Curro Girón. Una de las anécdotas más comentadas de este romance fue cuando Ava, emocionada por una de las faenas, le lanzó al ruedo una cruz de oro y piedras preciosas como muestra de admiración. Sin embargo, más tarde, preocupada por la reacción de Frank, le pidió a Curro Girón que le devolviera la joya.
Su romance más destacado fue con Luis Miguel Dominguín, quien la acompañaba por todas las calles de Madrid y estaba siempre a su lado en cada ocasión.