Diego Costa encara la temporada en el Atlético de Madrid, la séptima ya, como uno de los referentes del equipo.
Una situación totalmente novedosa para él pero que el propio futbolista ha perseguido con ganas y mucho trabajo. Hace un año por estas fechas, el brasileño asumía que tendría que volver a abandonar el conjunto colchonero.
Eran tres los extracomunitarios (Falcao, Miranda y Salvio) que le cerraban la puerta del equipo. Ya en agosto, al Calderón llegó una buena oferta por el argentino. Se aceptó, y el brasileño permaneció en la plantilla.
En principio iba a tener un rol secundario, pero Simeone le dijo que, si se ganaba jugar en los entrenamientos, le pondría en el campo. Y dicho y hecho. Antes de que acabar 2013, el delantero de Lagarto ya era fijo para el Cholo Simeone en sus alineaciones.
