Mi cámara y yo: Me cambió la vida

Las empresas del Ibex 35 se lo rifaban. Era uno de los mejores broker del mercado español. Su día a día transcurría entre índices bursátiles y tiburones financieros... hasta el momento en el que una desgracia familiar le lleva a tomar una drástica decisión: abandonar su exitosa carrera para ordenarse sacerdote. En la actualidad, Alberto pertenece a la orden jesuita y sus días transcurren entre los muros de una universidad católica.

El sueño de Miquel era ser registrador de la propiedad. Seis duros años de estudio le costó aprobar la codiciada oposición. Pero ni tener despacho propio ni cobrar un sueldo de 10.000 euros al mes conseguían hacerle feliz. Así que a los dos años decidió dejarlo todo y añadirle emoción a su vida. Cambió la silla de su despacho por la de una moto con la que dar la vuelta al mundo. Aunque, eso sí, reconoce que el mayor cambio en su vida llegó con el nacimiento de su hijo hace un año.

Y si no, que se lo pregunten a Patricia y a Jaime. Dicen que uno de los días más felices de la vida de una pareja es cuando les comunican que van a ser papás. Pero nuestros protagonistas necesitaron sentarse para no caer redondos al suelo cuando su ginecólogo les dijo que estaban embarazados, pero no de uno, sino de tres. Si la llegada de un bebé te cambia la vida... imagínense tres, de golpe.

¿Se imaginan pasar de pesar 200 kilos a 'sólo' 90 en menos de un año? Nuestra profesora de informática no podía más y tenía claro que iba hacer lo que fuera por cambiar su vida, empezando por su físico. Les mostramos cómo consiguió convertirse en la nueva Natalia en pocos meses.

Y para cambios físicos los que a diario sufre José Antonio, un joven gaditano que cambia radicalmente cuando llega la noche. Actor de profesión, Nacha,'la Macha', como es conocida, se ha convertido ya en todo un símbolo de la cultura madrileña.

Nuestro último protagonista es nada más y nada menos que el Gerente del Consejo General del Poder Judicial. Un trabajo complicado y estresante que deja a un lado a partir de las 7 de la tarde para convertirse en todo un maestro 'yogui'. José María cambia la toga de la judicatura por una túnica amarilla para impartir clases de yoga... hasta el punto de que ya son muchos los magistrados que antes de deliberar meditan bajo las instrucciones de este gran maestro.