Entre los Andes y el Pacífico se encuentra Santiago de Chile, la capital, donde viven siete millones de personas, un tercio de la población del país, en una extensión similar a la de Madrid.
Santiago es la segunda ciudad de negocios de América Latina y un lugar de oportunidades para muchos madrileños que han viajado hasta allí en busca de trabajo. En contraste, el sueldo medio de los chilenos es de unos 350 euros.
Con ellos recorremos la ciudad y la región, porque Santiago es ciudad, es montaña y es mar. Visitamos algunos de los lugares más representativos como el barrio de Bellavista, el mercado central, el funicular o la Catedral Metropolitana, restaurada en muchas ocasiones a causa de los numerosos terremotos que ha sufrido la ciudad.
Chile está considerado uno de los países más activos sísmicamente y el último gran temblor de tierra, ocurrido en 2010, causó la muerte a 700 personas. La zona moderna de la ciudad, llena de rascacielos, está preparada para resistir los terremotos y prueba de ello es que allí han construido la torre más alta de sudamérica.
La capital chilena es vitalista y merece la pena conocer su cultura y sus tradiciones, algunas recientes pero muy arraigadas como son los pianos callejeros en los que cualquiera puede improvisar un concierto, o comer una empanada.
Para los madrileños es una ventaja que en Santiago se hable castellano pero han tenido que acostumbrarse a expresiones o significados propios de un país donde a los policías se les denomina 'pacos' o las 'bombas' son las gasolineras.
El recorrido por Santiago bien podría acabar en la costa, en Isla Negra, visitando la casa museo de uno de sus ciudadanos más ilustres, Premio Noble de Literatura en 1971, Pablo Neruda.
