Costa Verde Portuguesa: desde la desembocadura del río Miño hasta la del Duero

Cada semana un reportero del programa viaja a otras ciudades del mundo para ver cómo viven los madrileños fuera de nuestro país. ¿Te animas a venir con nosotros a conocer madrileños por el mundo?

Viajamos a 562 kilómetros de Madrid para descubrir una zona que abarca desde la desembocadura del río Miño hasta la del Duero, 100 kilómetros de costa que han enamorado a muchos madrileños, ¡la Costa Verde de Portugal!

Empezamos nuestro viaje en Oporto, en una de sus espectaculares playas, concretamente donde la desembocadura del río Duero, el comienzo de esta Costa Verde.

En el centro de la ciudad de Oporto se encuentra una de las librerías más bonitas del mundo, que nada más atravesar sus puertas te deja con la boca abierta con su espectacular escalera que parece salida de un decorado de película. Se trata de la Librería Lello que abrió sus puertas el 13 de enero de 1906.

Y de la librería más bonita del mundo a la torre más alta de Portugal, la Torre de Clérigos, uno de los mayores exponentes del estilo barroco en Oporto. Desde lo alto de esta torre se tienen unas vistas privilegiadas de toda la ciudad. Aquí, una clase de surf cuesta 25 euros.

Más lugares emblemáticos, el Palácio da Bolsa, monumento nacional y clasificado como Patrimonio Mundial por la UNESCO. El palacio esconde un salón que te transporta a Granada y es que su arquitecto, se inspiró en La Alhambra para construirlo.

Si quieres visitar Oporto sin cansarte de andar, también es posible desde el río Duero gracias a uno de los cruceros que se ofrecen y que cuestan 15 euros.

Viana do Castelo nos espera, uno de las ciudades más bonitos del norte de Portugal y que fue fundada por el rey D. Alfonso III en 1258.

Aquí se encuentra el Museo del Traje, cuya entrada cuesta tan solo 2,20 euros y dond se puede ver el traje tradicional vienés.

¿Conoces la filigrana?

La Filigrana es el arte de producir hilos de oro o plata muy finos, torcidos y aplanados y en Portugal. Es originaria de la era prerromana.

Nos vamos a Esposende, un pequeño pueblo pesquero turístico precisamente por la pesca. Y aquí se puede visitar su Museo Marítimo, antiguamente la Casa de Socorros. Dentro se exponen maquetas de todo tipo de barcos que conquistaron medio mundo.

Y ya que estamos en la costa, no podemos perdernos una de las actividades estrella del lugar, el surf. Una de las mejores playas de Portugal para su práctica es la playa de Matosinhos.

Uno de los manjares de Portugal son sus sabrosísimas sardinas en conserva que se envasan en lugares como la Conservera Pinhais, donde sus trabajadoras son capaces de envasar una lata de sardinas cada ¡9 segundos!

Y después de probar las sardinas, una buena copa de vino en la bodega Sandeman donde sus botellas cuestan entre 10 y 60 euros.

Amenizamos el viaje también con el Fado, la expresión más conocida internacionalmente de la música portuguesa. Con estas melodías, se expresan la experiencias de la vida.