Plazas sin bancos

Es la Fontana de Trevi, en Roma. Para contemplarla nada mejor que acomodarse en las gradas. Los turistas, cansados, agradecen sentarse. Aunque algunos para refrescarse prefieran el bordillo de la fuente. En París, a las puertas de Notre Damme, uno puede hacer un alto en el camino en cualquiera de los bancos vecinos o en los poyos de piedra. Pero en Madrid no es tan fácil buscar acomodo. En la Puerta del Sol no hay ni un banco. Lo mismo ocurre en otras plazas del centro de la capital.

A pocos metros, en la plaza de Callao, convertida en una árida explanada de 10.000 metros cuadrados de granito, se repite la escena. Sólo hay seis sillas individuales. La remodelada plaza de Santa Ana es otro ejemplo a denunciar, por las mismas razones expuestas. Se comenta, a nivel municipal, que no ponen bancos porque son acaparados por indigentes y drogadictos que dan un pésimo aspecto a la ciudad. La calle de Fuencarral, recién peatonalizada con 10.000 metros cuadrados de granito, es otro de esos espacios que el Ayuntamiento considera de paso. Por eso, en ese tramo de 500 metros, sólo hay siete sillas individuales Hay quienes pinan que es para que consumamos en las terrazas... el caso es que el motivo da un poco igual... cuando uno está cansado... pocas opciones hay.