Ángel Gabilondo: "En Sanidad no soy partidario de externalizar nada"

El candidato del PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid habló de las cuestiones que, en su opinión, son las más importantes para los madrileños. “El empleo –dijo- es el desafío. No podemos olvidar a lo que sienten necesidad”. Para ello, según explicó, “hay que analizar bien la realidad económica de Madrid. Y Madrid está en una situación buena económicamente, no niego el esfuerzo de muchos ni el éxito de muchos, pero si lo comparas con otras regiones europeas del mismo nivel, vemos que tenemos mucho que mejorar. Dependemos en exceso del sector servicios. Hay que hacer un plan industrial, un reequilibrio territorial”. Y admitió que “Madrid es atractiva para la inversión extrajera, y me gusta que lo sea. Quiero una comunidad de bienestar, rica y de equidad”

En cuanto a la Sanidad, Gabilondo precisó que no es “amigo de grandes brochazos”, pero que “un conglomerado de decisiones, conjuntamente, sí que pueden poner en cuestión el modelo de Sanidad. Y ahí estoy inquieto. Y tenemos que actuar, claramente con el máximo acuerdo, para intervenir en aspectos como la accesibilidad universal, la atención primaria, el cumplimiento con las externalizaciones. En Sanidad, no soy partidario de externalizar nada, sí de se cumplan los contratos con toda seriedad y rigor con lo que ya se haya externalizado. Soy partidario de una sanidad pública y sostenible”. Y añadió que no le parece mal que se construyan hospitales públicos, “otra cosa es el tipo de gestión, si se han hecho en los lugares más necesarios y si se han atendido las necesidades de la población. No necesito descalificar lo que se ha hecho para proponer modificaciones en lo que ha de hacerse”.

Algo que también aplica a lo que se ha venido realizando en educación. “No voy a descalificar lo que se ha hecho –insistió-, pero necesita una modificación en líneas generales en muchos ámbitos. Se han hecho esfuerzos en la línea de buscar una mayor calidad, incluso excelencia, pero hay que tener cuidado con que no se resienta la equidad. No se defiende lo público atacando lo privado, sino haciéndolo de mucha calidad”. En su opinión “hay que revisar algunos aspectos de la educación concertada. Ha habido algunas acciones, como la cesión de suelos, que no me gustan, que habría que apuntalar” porque, a su modo de ver, la educación concertada “debe atender a la diversidad y a la inclusión”. “Tenemos que lograr que sean gratuitos”, aunque señaló que tampoco es “de los que persiguen otras opciones”. “Uno no puede sino alabar el modelo bilingüe, pero creo que debemos estudiar cómo es o su implantación general para que no haya discriminación de centros”.

Ángel Gabilondo, para quien “sin ideas no hay nada que hacer, solo con ellas tampoco”, aseguró que “los ciudadanos no piden parafernalia”, sino que “desean propuestas para solucionar sus problemas”. “Hay que proponer soluciones, ofrecer quipos preparados y aglutinar todas las fuerzas de todos los que quieran mejorar la sociedad”.

“No hay que hacer ostentación de marcas, ni ocultar marcas. No hay que hacer guerras de siglas”, comentó respecto a la situación de Susana Díaz y Pedro Sánchez en la campaña andaluza. En su campaña no rehuirá los debates en televisión “con todos los que representen voluntad ciudadana”, aunque precisó que “hay que ver qué formatos” porque, según él, no es “muy experto en esto”. En todo caso, prefiere formatos que “permitan una conversación. Si son tan cerrados que tenemos que hacer proliferación de consignas, sentencias y argumentarios, tampoco me gusta mucho ese espectáculo”.

En cuanto a la “reforma fiscal de izquierdas” de la que ha hablado Pedro Sánchez, Gabilondo explicó que, aunque pueda parecer complicado establecer las diferencias, “hay una seña de política fiscal de progreso, una política fiscal que no exija a quien ha hecho un esfuerzo enorme, a quien ya no puede más. A todos los que han vivido la crisis con un gran sufrimiento, no se les puede pedir más esfuerzo”. Para Gabilondo “el debate no es bajar impuestos sino para qué y a quiénes” y que los impuestos se vinculen “a servicios sociales y públicos, a eficiencia, a rendición de cuentas y a un comportamiento cívico impecable”.

El candidato socialista señaló que los políticos deben “mandar el mensaje de que creemos en las instituciones”, e insistió en la “cercanía, rendir cuentas, la eficiencia en los dineros públicos y la transparencia” y en que “ninguna persona corrupta esté en ningún puesto de responsabilidad y que todo el que este imputado en algún delito salga inmediatamente de la política”.

“No sé si me conformo con poco calor –dijo refiriéndose a la visita que hizo a su grupo parlamentario en la Asamblea de Madrid- pero no sentí frialdad, me sentí bien recibido. No he venido a ser aclamado. He venido a trabajar”. Y aseguró que no ha hecho ninguna purga de “Tomasistas” en las listas. “En 2011 permanecieron 11 de los 36 primeros diputados con respecto a 2007. Ahora, 12 con respecto a 2011. Y han entrado cuatro personas que venían del Ayuntamiento y diez del comité ejecutivo regional, presidido por Tomás Gómez. Yo no hice las listas pero si mostré qué líneas de valores debían estar presentes: nada de purgas y mucho respeto a lo que se ha hecho hasta ahora”.