El alcalde de Alcalá de Henares, Javier Bello, ha estado en Madrid Despierta hablando de la actualidad política de la ciudad a sólo dos meses de las elecciones municipales. Ha destacado los logros de su gestión desde 2012, entre ellos situar a Alcalá como primera ciudad española en materia de transparencia.
Sobre los buenos datos de empleo del mes de marzo, el primer edil ha señalado que en Alcalá hay "casi 2.000 personas paradas menos, lo que se nota en el consumo y en la reactivación de la ciudad". Para seguir en la senda de la recuperación, Bello defiende la necesidad de un nuevo plan de ordenación urbana (el vigente data de 1991), "un respiro de suelo que necesitamos para las futuras inversiones".
El candidato popular al consistorio cervantino ha denunciado también que los partidos de la oposición se han aliado "en un tripartito de izquierdas que no se ha interesado por la ciudad en este último año". Sobre el nuevo panorama político que pueda surgir tras las elecciones, Bello tiende la mano "para trabajar por la ciudad, que es lo que importa".
Bello también ha tocado asuntos polémicos. El ayuntamiento de Alcalá adjudicó en 2012 un contrato a la empresa Cofely -relacionada con la operación Púnica-, que Bello retiró "porque los técnicos municipales no lo avalaron por unanimidad", según ha explicado. "Y meses después, cuando los técnicos se pusieron de acuerdo y estaban todos los informes correctos, se adjudicó".
Por último, en clave interna, Bello se reconoce "conservador, y en este país el valor de la ideología es fundamental". Por eso cree que "los espectáculos de luchas internas desgastan y debilitan".
Para concluir, el alcalde de Alcalá ha recordado el proyecto 'Cervantes Infinito', que pretende situar a la ciudad como capital "de la cultura, las artes, las letras y el español".
