Los amantes de la carne en su punto están de suerte. Hemos ido a Carnico, una especie de carnicería 2.0 en el que, además de venderte las mejores piezas de carne de vaca y buey, te conservan las piezas en sus propias cámaras frigoríficas hasta que las necesites.
El secreto de una buena carne, sea del tipo que sea, es su maduración y la temperatura de conservación. El propietario de Carnico, Álvaro Jiménez Barbero, nos cuenta cuál es el proceso que ellos siguen para tener la carne en el perfecto estado hasta su consumo: Con una grasa de vacuno (una especie de manteca), embalsaman las piezas de carne y las guardan en cámaras frigoríficas hasta que su dueño viene para llevárselas a casa. Realmente, es como la custodia de la cámara de seguridad de un banco.
Si te gusta la carne rica y en su punto, ya no tienes excusa: En la calle Eloy Gonzalo, 33 tienen la solución.
