Celebra el Día Internacional de la Croqueta en estas "croqueterías" de Madrid

¡El 16 de enero es el Día Internacional de la Croqueta! Aunque no se sabe a ciencia cierta quién impulsó que fuera este día, cualquier fecha es buena para homenajear a este plato que a todos encanta y que es una de las tapas por excelencia de nuestro país. Bueno, tapa y plato principal, porque, ¿quién puede decir que no a una croqueta?

A los sabores tradicionales como las de jamón, se han ido añadiendo cada vez más variedades. De boletus, de pescado, de cocido, de queso, de morcilla, de chorizo, de verduras… La lista es interminable. Aunque, por muy novedosas que sean, ¡siempre triunfan! Y es que hay recetas para todos los gustos: de vegetarianos a carnívoros pasando por amantes del pescado y del marisco.

Si queréis probar las mejores croquetas de todo Madrid, no os perdáis este recorrido que os hemos preparado. Bon profit!

La historia “croquetera”

¿Sabías que la palabra croqueta, tal y como las llamamos hoy en día, proviene de la onomatopeya croquer? En francés significa crujir y es, precisamente, el sonido que deberían hacer al morderlas.

Aunque nadie pone en duda que la croqueta es de origen francés, existen ciertas discordancias sobre su nacimiento. Hay quien afirma que fue idea del chef de la corte de Luis XIV en el año 1619. Sin embargo, otros atribuyen el mérito a Monsieur Escoffier, fundador de la cocina clásica.

El primer registro histórico que se tiene de esta delicia se remonta al 18 de enero de 1817. El gastrónomo y chef francés Marie Antoine Caréme presentó una bechamel rebozada con una crujiente capa en un banquete para el príncipe regente de Inglaterra y el Gran Duque Nicolás de Rusia. El plato maravilló a los nobles y fue bautizado con el nombre de “Croquettes à la royale”.

Las mejores "croqueterías" de Madrid

Recorre este mapa interactivo para descubrir dónde podemos encontrar las croquetas más deliciosas y variopintas de todo Madrid.

¿Cómo preparar unas deliciosas croquetas?

Y si en lugar de salir fuera queremos sacar nuestro lado culinario, podemos preparar unas deliciosas croquetas sin movernos de casa. Y es que la receta es muy sencilla, ya que a la harina y a la bechamel se le puede agregar casi de todo: jamón para los más tradicionales, las sobras del cocido, sardinas, queso, tofu e, incluso, ¡chocolate!

• El secreto de unas buenas croquetas está en la manera de freírlas. Lo más adecuado es utilizar una freidora o un caldero profundo que permita sumergirlas completamente en aceite bien caliente para no tener que darles la vuelta y evitar correr el riesgo de que se desarmen. También es importante no freír muchas al mismo tiempo y recalentar las que nos han sobrado (si es que sobran).
• Otro aspecto esencial es la bechamel, que tiene que ser ligera y cremosa. Un truco para conseguirlo es añadir más mantequilla a la mezcla. A la hora de prepararla, no tenemos que dejar de remover en ningún momento y debe quedar compacta y sin grumos.
• La masa de las croquetas no debe quedar dura, pero tampoco demasiado blanda. Para lograr este equilibrio hay que ir añadiendo leche poco a poco hasta dar con la consistencia perfecta. Además, cuanto más pequeños sean los trocitos de los ingredientes que le echemos a nuestras croquetas, mejor se integrará su sabor con la masa.
• Una vez hecha, la masa tiene que reposar unos minutos para estar en perfectas condiciones. Una vez formadas las croquetas, las volveremos a dejar reposar unos 30 minutos en la nevera. Así se consigue que el pan rallado se seque y queden más crujientes.
• Las croquetas quedan mejor si se hacen a fuego lento y sin cambios de temperatura. Además, el aceite no tiene que ser reutilizado y, una vez que ya están fritas, tienen que reposar sobre papel absorbente antes de servirse.

Ahora que tienes estos consejos, ya puedes ponerte manos a la obra y celebrar el Día Internacional de la Croqueta por todo lo alto.