Mucha gente prefiere dormir sin ropa por una cuestión de comodidad. Pero lo cierto es que también se pueden conseguir otras muchas cosas. Por ejemplo, también ayuda a que perdamos peso. Según un estudio de la Universidad de Oxford, nuestro cuerpo tiene que autoregular la temperatura y esto hace que el metabolismo se acelere y perdamos calorías mientras dormimos. Además, ayuda a eliminar las células muertas y contribuye a tener una piel más sana y mejor.
Dormir sin pijama también nos mantiene jóvenes. Se ralentiza el proceso de envejecimiento celular, ya que durante el sueño liberamos la hormona del crecimiento. Además, si duermes demasiado, los niveles de cortisol tienden a mantenerse altos, lo que puede llevar a que sintamos más ansiedad, antojos de comida poco saludable e incluso, un aumento de peso.
Está demostrado científicamente por la fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos que dormir sin ropa nos ayuda a tener un sueño de calidad. Nuestro cuerpo se mantiene a la temperatura ideal que necesita el cerebro para realizar sus funciones vitales de regeneración.