Un grupo de vagabundos atemoriza al barrio de Ópera. Viven al abrigo de la marquesina del antiguo cine teatro Real Cinema. Son una docena de vagabundos de varias nacionalidades y entre los que sólo hay un español, Cristian.
Su mala cabeza le hizo perder todo lo que tenía y ahora la calle es su hogar. Allí vive sin meterse con nadie y sin dar problemas.
Colchones, mantas y decenas de cartones inundan y ensucian la plaza. Los vecinos de la zona piden al ayuntamiento que tome cartas en el asunto y que por lo menos limpie y riegue las zonas que utilizan como "aseo".
En algunas ocasiones el grupo se ha comportado de forma violenta con los viandantes. Hay testigos aunque los comerciantes de los alrededores afirman que con ellos, no tienen problemas.
Desde la asociación de vecinos Opera-Austrias se insta al ayuntamiento a que mejore el sistema de asistencia a personas sin hogar.
