Los cadáveres de los diez militares griegos y franceses fallecidos en el accidente de un F-16 en la base aérea de Albacete siguen en el lugar del accidente a la espera de que se eliminen los restos de hidracina, sustancia tóxica incluida en un pequeño depósito de combustible auxiliar de la aeronave.
El capitán José Guerreira, de la Oficina de Comunicación del Ejército del Aire, ha explicado a los periodistas esta mañana que está previsto que el levantamiento de los cadáveres pueda realizarse "a lo largo de la mañana", aunque ha insistido en que "lo que prima ahora es la seguridad, y lo primero es eliminar posibles restos de la hidracina".
El protocolo de seguridad en estos casos obliga también a "comprobar que los asientos eyectables no supongan ningún peligro", porque incluyen "cartuchos detonantes", ha asegurado Guerreira.
El portavoz del Ejército del Aire ha dicho que no se conocen todavía detalles de cuándo y dónde se realizarán las autopsias o cuando podrán ser repatriados a Francia y Grecia los cuerpos de los fallecidos, dos capitanes griegos que iban a bordo del F-16 y tres capitanes, un teniente y cuatro suboficiales franceses.
