El búnker de El Capricho, en la Alameda de Osuna, abre al público

El búnker de El Capricho, en la Alameda de Osuna, abre al público

El búnker de la Guerra Civil que se conserva en El Capricho, en la Alameda de Osuna, ha abierto al público con una serie de visitas guiadas gratuitas que continuarán todos los sábados y domingos, cuatro cada día, a las 10, 10.30, 11 y 11.30 horas, de veinte minutos de duración, a las que se puede asistir previa inscripción, ha informado el Ayuntamiento de Madrid.

En los últimos años, la Posición Jaca, nombre en clave del Cuartel General del ejército republicano del Centro instalado en El Capricho, ha sido objeto de distintos estudios y actividades promovidas por investigadores y asociaciones. El Ayuntamiento, a través del Area de Medio Ambiente y Movilidad, ha decidido abrir al público el búnker, que también se ha incluido dentro de los itinerarios guiados por el Jardín de El Capricho que tienen lugar los viernes.

Los ciudadanos pueden hacer su reserva e informarse llamando al teléfono 91 639 78 69 o en la dirección de correo electrónico paa@talher.com, en horario de lunes a viernes de 10 a 13 horas. Las visitas corren a cargo de guías y tendrán una duración de 20 minutos.

Tanto la apertura del Palacio, como la del Búnker que se encuentran el Parque de El Capricho, son dos reivindicaciones históricas de los vecinos de Barajas, un distrito con gran interés por su patrimonio cultural. Distintos movimientos vecinales y asociaciones del distrito han aportado desde hace años ideas y proyectos para su revalorización.

El búnker empezó a construirse en mayo de 1937, cuando la Junta de Defensa de Madrid decidió que el alto mando republicano abandonara los sótanos del Ministerio de Hacienda para instalarse en un emplazamiento más seguro.

Las instalaciones del Jardín fueron utilizadas por el presidente de la Junta de Defensa de Madrid y Jefe del Ejército del Centro, el general José Miaja, que tuvo su residencia y despacho en el palacio hasta 1938. Su puesto sería ocupado posteriormente por el coronel Segismundo Casado López, que mantendría el Cuartel General de Centro en La Alameda hasta el final de la guerra.

Para ello se realizaron diferentes obras de adaptación, que incluyeron un refugio contra bombardeos, reformas en el palacio, el polvorín que está situado a la entrada del jardín junto a la denominada 'Casa de la Vieja', y diez pabellones ligeros para el alojamiento de las tropas y un pabellón de comunicaciones. Estas

últimas construcciones ya han desparecido.

La construcción del búnker supuso la extracción de varios miles de metros cúbicos de tierra, 200 metros cúbicos de construcción de ladrillo y más de 70 metros cúbicos de hormigón para el blindaje. Además, y dada la preocupación existente por la posible utilización de gases en los ataques, se diseñó de modo que fuera estanco.

En la estructura del refugio se pueden identificar un depósito de agua alimentado por uno de los viajes de agua del jardín, una fosa séptica con tubería de evacuación, un sistema de ventilación a través por medio de bombas eléctricas, un generador de energía alimentado por gasoil, e instalaciones para 200 personas.

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