Lissavetzky denuncia que vecinos colindantes a Cañada pagan IBI y Basuras cuando no tienen alumbrado ni alcantarillado

Lissavetzky denuncia que vecinos colindantes a Cañada pagan IBI y Basuras cuando no tienen alumbrado ni alcantarillado

El portavoz socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Jaime Lissavetzky, ha denunciado este miércoles que los vecinos de la calle Francisco Alvarez, colindantes a la Cañada Real, paguen el IBI y la Tasa de Basuras cuando éstas no se recogen más que un día a la semana y sólo una parte, las amontonadas en dos puntos de la vía, además de carecer de alumbrado y alcantarillado.

"Si eres ciudadano para pagar tasas e impuestos, también lo eres para recibir los servicios", ha afirmado Lissavetzky para ahondar en esta dirección apuntando que esta vía de Villa de Vallecas "tiene los mismos derechos que otras, como la calle Serrano".

Sin embargo, el correo no pasa por allí, los adolescentes tienen que andar dos kilómetros hasta la carretera de Valencia para coger el autobús que les lleva a Conde de Casal, donde está su instituto, y los propios vecinos han levantado canalizaciones de cemento para distribuir el agua de la lluvia y que no quede embalsamada.

Desde hace año y medio la situación para este centenar de vecinos ha empeorado, cuando los camiones con dirección a Valdemingómez cambiaron de ruta. Desde entonces, sus viviendas unifamiliares, que en otro punto de Madrid podrían tasarse en unos 300.000 euros, son testigos del constante ir y venir de toxicómanos procedentes de la vecina Cañada Real y de los problemas de inseguridad asociados.

"Ahora esto ha quedado en manos de los narcotraficantes", explicaban. Hasta tal punto se encuentran solos que han decidido tirar sus basuras en dos puntos de la calle, por los que pasan diariamente sus hijos, para que el servicio de recogida municipal pueda llevárselas con palas.

A eso se suma que se ha reducido el número de días que pasan por allí los camiones de recogida--ahora sólo los jueves--, por lo que los vecinos son los que adecentan la calle con sus escobas. "Aquí hay ratas como gatos", ha afirmado un vecino, el mismo que ha enseñado su recibo del IBI, de 215 euros.

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