Desarticulada una red dirigida por clanes familiares rumanos que defraudó 3 millones de euros traficando con teléfonos móviles de alta gama. Conseguían los datos de clientes reales para interceptar y revender la mercancía en connivencia con teleoperadores y repartidores. Hay 57 detenidos, algunos aquí en Madrid.
Usurpaban identidades de clientes reales y lo hacían gracias a la colaboración de algunos teleoperadores de call center en sudamérica. Después, llamaban a otra compañía. Se daban de alta y solicitaban un nuevo terminal. A la hora del reparto, interceptaban el envío "pagando" al repartidor. El pedido, terminaba en Rumanía, en Marruecos o a la venta en locutorios con un precio inferior.
Así hasta 2.000 estafas en 3 años. Muy pocos clientes han denunciado. El grupo tenía su base principal en Castellón pero se movía por todo el país. Hay 57 detenidos, 10 de ellos en España. Los 3 líderes de la banda han sido arrestados en Rumanía en una operación conjunta.
