Ángela Fernández, la madre de la niña que fue asesinada por su padre en Arroyomolinos durante un régimen de visitas no vigiladas, pide al Gobierno que pida disculpas.
La sentencia de las Naciones Unidas que condena a España negligencia policial y judicial reconforta los 11 años de lucha, pero núnca la pérdida de su hija, que junto con ella, sufrió los malos tratos.
La mujer había denunciado hasta en 30 ocasiones la situación que vivían y que desembocó en el asesinato de la niña en 2003.
Hoy Ángela ha explicado a los medidos de comunicación sus sentimientos, y por qué confía en que esta sentencia evite que más mujeres e hijos tengan que pasar por lo mismo.
